Toda persona puede contraer el VPH al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales no protegidas, con una persona que tenga el virus. El contacto directo (piel a piel) es la forma más eficaz de transmisión del VPH, que no se transmite por los fluidos como la sangre o el semen.
La mayoría de las veces, la infección por el VPH no produce ningún síntoma ni molestia, y la persona no es consciente de que padece esta infección. Sin embargo, la puede transmitir a otras personas. También se puede contraer el VPH teniendo relaciones sexuales con una sola persona, y puede que los síntomas aparezcan años después de la relación con la persona infectada.
Hay que tener en cuenta que el riesgo de infectarse aumenta si:
Se inician las relaciones sexuales a edades tempranas (antes de los diecisiete años).
Se han tenido relaciones sexuales con varias personas.
Un miembro de la pareja ha tenido parejas sexuales múltiples.
No se utiliza de forma sistemática el preservativo durante las relaciones sexuales
En los hombres pueden aparecer lesiones premalignas y cáncer de pene. Además, en los varones homosexuales también se ha comprobado que participa en el desarrollo del cáncer de ano. Lógicamente, también puede producir verrugas virales o condilomas acuminados, al igual que en la mujer.